Fases Fisiológicas Del Parto Bovino

¿SABE USTED CUANDO DEBE INTERVENIR EN LA LABOR DEL PARTO DE SUS VACAS?

CONSIDERACIONES PARA VALORAR LA ASISTENCIA OPORTUNA DURANTE EL PARTO”

 

      Dra. Melissa Alpízar Ballestero

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               Salud de Hato                       

 

Se ha preguntado, cuánto tiempo dura el proceso normal del parto?. Según García Sacristán et al.,1995, el parto se puede definir como la “terminación fisiológica de la gestación, mediante la expulsión del feto por vías naturales”.

Parto Natural

Foto: Autoría Propia

El comienzo del parto desencadena una serie de modificaciones en el organismo de la madre, por ejemplo, el cuello uterino se prepara para la dilatación y así permitir el paso del feto, además se comienzan a relajar los ligamentos y tejidos pélvicos.

Estos acontecimientos son signos inminentes del parto, por lo tanto, las personas encargadas del sector de maternidad o de la atención de partos, deben de conocer de manera general la fisiología del parto.

Sección vacas en Maternidad

Foto cortesía Dr. Frank Hückmann Voss

La visualización constante (mínimo 2 veces al día) de las vacas en maternidad, permite identificar de manera prematura alteraciones o comportamientos atípicos de la vaca durante alguna estas fases; y de este modo, se podrá asistir a tiempo a la madre en el parto, evitando compilaciones o muerte.

FASES DE UN PARTO NORMAL

 

  1. FASE PRODRÓMICA: Durante este periodo, se observan síntomas de que el parto se acerca, sin embargo esta fase puede durar días, de aquí la importancia del monitoreo constante para identificar las señales características del inicio de esta fase. Por ejemplo, se comienza a percibir en la vaca un flujo viscoso y opaco producto del tapón cervical, el ubre comienza a llenarse con el calostro, la vulva se hincha y se agranda, y, se observa la caída de los ligamentos pélvicos.

Expulsión del tapón cervical

Foto: Autoría propia

  1. FASE DE DILATACIÓN: Este periodo se manifiesta por contracciones que comienzan a desplazar el líquido alantoideo, el cual va dilatando el cérvix y la vagina. Las contracciones se presentan cada 10 a 15 minutos y conforme va finalizando esta fase, las contracciones son más aceleradas, dando como resultado, la expulsión de la fuente. Según Schroeder Weisbach, 1993, el periodo de dilatación de las vacas tarda entre 4- 8 horas, sin embargo en las novillas, este tiempo es más prolongado.

Vaca con más de 10 horas en fase de dilatación. Feto muerto con miembros edematizados.

Foto: Autoría propia

El comportamiento de las vacas en esta fase es muy característico; se muestran inquietas y nerviosas, experimentan dolor, por lo tanto, se echan y se levantan constantemente, y a medida que van aumentando las contracciones, se apartan o aíslan del resto del hato, en caso de estar con más hembras en la sección de maternidad.

  1. FASE DE EXPULSIÓN : En el momento que el feto pasa por el agujero de la pelvis, se aceleran las contracciones uterinas debido al reflejo de Fergusson, estas contracciones de la musculatura abdominal, producen dolor y finalmente la expulsión del feto. La vaca requiere en promedio de 60 contracciones de la musculatura abdominal, para poder expulsar al feto.

Durante la expulsión, la futura madre se agota, presenta dolor e inflamación del sistema reproductor, el globo ocular gira, aumenta la temperatura corporal y en muchos casos la presión sanguínea se altera, la vaca muge como respuesta al dolor de las contracciones y extiende las extremidades. De aquí la importancia de sensibilizarnos con el animal, y posterior al parto, ya sea fisiológico, o asistido, aplicar dosis de analgésicos y antinflamatorios, para mitigar el dolor.

Esta fase de expulsión dura máximo 3 horas, pero cuando se prolonga a 6 o más horas, se pone en peligro la vida de la cría y la madre, justo en este momento, es donde se debe de intervenir para colaborar y facilitarle a la madre, la expulsión del recién nacido, ya que este retraso, se considera un parto distócico.

Vaca con más de 6 horas en fase de expulsión, se procede con la asistencia del parto.

Foto: Autoría propia

La distocia puede tener origen fetal, o materno. De las causas más comunes asociadas a un problema fetal, se relaciona a una inadecuada presentación o posición del feto, que le impide acomodarse en el canal de parto de manera normal, un feto muy grande en relación al diámetro del canal pélvico, o malformaciones del feto durante el desarrollo embrionario.

Algunas de las causas maternas podrían ser: dilatación insuficiente del cérvix, Inercia uterina, la cual ocurre cuando hay ausencia o disminución de la frecuencia, intensidad y duración de las contracciones del útero, y esto se relaciona a deficiencias nutricionales en las madres.  Otra causa materna puede ser la resequedad del canal de parto, prolapso vaginal, torsión uterina y el estrés al momento del parto. Este último es de suma importancia, ya que es una de las causas provocadas por el factor humano, que podría ser evitado, controlando el ambiente de la vaca al momento del parto.

Área preparto: ambiente amplio y limpio.

Foto: Cortesía Dr. Frank Hückmann Voss.

Área preparto: zona seca y sin estrés ambiental.

Foto: Autoría propia

COMO ASISTIR DE MANERA GENERAL UN PARTO

En el caso de una situación de parto asistido, se debe acudir a una serie de medidas que se conocen como maniobras obstétricas. En estos casos, lo primero es higienizar la zona que rodea la vulva y bajo el ano (perineo) de la vaca para mantenerla limpia durante el proceso, de igual modo, los instrumentos que se van a utilizar tienen que estar limpios y desinfectados, y los colaboradores deben de lavarse las manos con agua y jabón, posteriormente se procede lubricar la zona vulvar con aceite o vaselina, para facilitar la extracción.

Preparación para parto asistido.

Foto: Dr. Frank Hückmann Voss

Es importante tener presente, que la zona que se esta manipulando, es muy susceptible al ingreso de microorganismos causantes de infecciones intrauterinas, por lo tanto, es indispensable el uso de guantes (de látex y de palpación) cuando se manipula a la madre con las manos.

Uso de guantes de palpación y cadenas obstétricas en proceso de parto asistido .

Foto: Autoría propia

De igual forma, se debe de manejar el proceso de la manipulación con suavidad y empatía, ya que al igual que una mujer en su proceso de parto, las vacas sienten dolor, y muchas veces, las personas que asisten el parto, son las responsables de que la futura madre se desgarre, no solo es por el tamaño de la cría, sino que también es por la fuerza que se ejerce de manera desproporcionada. Cuando se realiza la inspección del canal vaginal para detectar la posición del ternero, normalmente se debe de tocar primero las manos y la cabeza de la cría. Si la posición del ternero es correcta, se realiza una tracción alternada de las manos de la cría, atadas previamente.

Otro factor a tener presente, es realizar la fuerza de tracción simultáneamente con las contracciones de la vaca. Si la posición no es correcta, se debe primero tratar  de corregir la posición del ternero, de manera tal, que pueda atravesar el canal de parto sin riesgos para él o para su madre. En caso de no poder corregir la posición, se debe consultar a un veterinario, para la atención oportuna y optar por la cesárea. 

En conclusión, la selección genética de los toros, acompañada de la supervisión de los partos, ayudaría a reducir las pérdidas producidas por los casos de distocia y disminuiría la morbilidad en las madres, la cual es de 4% a 5% cuando se presenta esta alteración. Los partos distócicos en la hembra bovina provocan un deterioro en la producción de leche, fertilidad, morbilidad y mortalidad de terneros y madres, generando un importante impacto económico, ya que, las vacas que presentaron distocia una vez, tienen mayor probabilidad de volver a padecerla al siguiente parto y presentar metritis, retraso en su ovulación y retención de las membranas fetales entre otras alteraciones metabólicas. Le Blanc, 2008,mencina que la retención de placenta es producida por una distorsión en la ruptura de la unión cotiledón-carúncula después del parto, y por alteración de la función inmune, a causa de un balance energético negativo preparto, y no por una motilidad uterina reducida como se creía.

 

BIBLIOGRAFIA

 

  • Ávila García, J. y Cruz Hernández, G. (1994). Enfermedades del aparato reproductor: manejo, parto y distocia. México: Universidad Nacional Autónoma de México.
  • Fernández de Córdova de la Barrera, L. (2005). Reproducción aplicada en el ganado bovino lechero. Madrid: Trillas.
  • Schroeder Weisbach, H. (1993). Tratado de obstetricia veterinaria comparada. Madrid: Celsus.
  • Vattis, G. (1969). Ginecología y obstetricia veterinaria. México: Limusa.
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